Estaba yo caminando mi antepenúltimo tramo del Camino de Santiago cuando oí un extraño sonido proveniente del bosque. Quería averiguar de donde provenía pero iba sólo y estaba algo asustado. Seguí caminando, pero después de dos kilómetros más volví a escuchar ese ruído. Finalmente la curiosidad venció y decidí acercarme ala espesura de árboles. Cuando me disponía a saber que era tropecé con una raíz sobresaliente del suelo, caí llevándome un duro golpe en la cabeza y perdí el conocimiento.
Cuando me desperté me descubrí ante la entrada a la ciudad de Santiago, pero no recordaba nada, ni como había llegado.
Muy bien. Pero identifícate.
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